viernes, 21 de septiembre de 2012

LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE EN NIÑOS CON TDAH

Los niños con TDAH son menos eficaces en el procesamiento del lenguaje, fundamentalmente en los contextos lingüísticamente más exigentes.
Sin embargo, presentan una gran varabilidad en el desarrollo del lenguaje, desde aquellos cuyo desarrollo se considera normal hasta los que presentan alguna alteración.

No obstante, las dificultades de tipo pragmático (el uso del lenguaje en una conversación) parecen estar presentes en casi todos los niños con TDAH.

En ellas pueden influir varios factores como las dificualtades de atención que pueden interferir la entrada de la información o la memoria operativa.



El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un trastorno neurológico de origen en la infancia. Es una patología cuyos síntomas varían al largo del tiempo y se manifiestan en diferentes contextos en los que el niño, y más tarde el adulto, interacciona. Puede interferir en la vida cotidiana, en los aprendizajes escolares, en el trabajo y también en las relaciones sociales.

El TDAH se caracteriza por niveles inapropiados de atención, de hiperactividad y de impulsividad.

Los problemas de atención afectan a dominios como:
- la vigilancia
- la atención dividida
- la atención sostenida
- la atención selectiva.

La impulsividad se caracteriza por:
- una rapidez excesiva en el procesamiento de la información
-un fracaso en esperar a emitir una respuesta hasta que se haya reunido información suficiente e inhibir mecanismos que resultan inapropiados para conseguir la meta.

Se distinguen tres subtipos de TDAH:
1/ el subtipo predominantemente inatento
2/ el predominantemente hiperactivo-impulsivo
3/ el combinado de los dos anteriores.

Aproximadamente un 50% de niños con TDAH sufren dificultades importantes en la adquisición de los niveles básicos del lenguaje, lo que viene a agravar las dificultades en el desarrollo cognitivo y social y a acrecentar los problemas de aprendizaje.

Las teorías explicativas de TDAH subrayan el déficit en las funciones ejecutivas como un factor fundamental que justificaría el amplio espectro de síntomas presentes en él, integrando los neurobiológicos, cognitivos e intelectuales. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que no todos los niños presentan el mismo patrón de alteraciones.

LAS ALTERACIONES EN EL LENGUAJE:

Se estima que entre un 6 y un 35% de niños con TDAH experimentan un retraso en el comienzo del lenguaje (aparecen más tarde las primeras palabras y las primeras combinaciones para formar frases). Estos niños tienen con más frecuencias trastornos en el procesamiento del habla. Es muy probable que las dificultades de atención auditiva, los problemas en el control motor, las dificultades en la memoria de trabajo verbal y en los procesos de análisis supongan mayor riesgo de sufrir trastornos en el procesamiento del habla.

También se han observado más dificultades a nivel fonológico en niños con TDAH, lo que los hace más vulnerables a tener dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura.

Los niños con TDAH tienen dificultades para la elaboración y comprensión de narraciones, que se pueden deber a los problemas que tienen a nivel de planificación y organización, memoria de trabajo y, en suma, al funcionamento ejecutivo. Así:

- las dificultades atencionales puedn influir interfiriendo en la entrada de información y, por tanto, en la comprensión.
- las dificultades de memoria operativa los hace menos eficaces en el reparto y control de recursos durante la realización de la tarea
- muestran más errores en el establecimiento de relaciones de causalidad entre los sucesos.

Estas dificultades en los procesos cognitivos implicados en la narración se pueden relacionar con numerosas implicaciones en la vida diaria de tipo social y académico: implicaciones en la capacidad representacional, en las estrategias para solucionar problemas, en la habilidad para interpretar los actos de los demás y para realizar conexiones entre sus propias acciones y las consecuencias de las mismas.

En resumen, los niños con TDAH demuestran peores habilidades lingüísticas que los niños que no tienen este trastorno en todos los niveles básicos de la lengua. Estas dificultades actúan interfiriendo la comunicación, tanto a nivel expresivo como comprensivo.